lunes, 14 de noviembre de 2011

Solo para ti
Lo siento. Siento no haber estado ahí cuando lo necesitaste. Siento no haberte agarrado fuerte la mano y no habértela soltado nunca. Siento no haber pisado aquel suelo solo para verte. Siento no haberme armado de valor y haberte dicho lo mucho que te quería, aunque en ningún momento de mi vida te lo dije. Y eso también lo siento. Siento haberme olvidado de ti en los momentos más difíciles de tu vida. He de decirte que nunca te olvidé, no te olvido ni te olvidaré. Solo tenía miedo de afrontar la realidad. Te ibas. Para siempre. Mil y una noches he llorado recordándote. Y, pensando que me estabas viendo desde algún lugar, sonreía y guardaba debajo de la almohada una foto nuestra. De los dos. Juntos. En ella me mirabas y sonreías. Espero que todavía lo hagas, al igual que lo hago yo cuando pienso en ti. Han pasado tres años y medio y por fin hoy ha sido el día en el que me he atrevido a hablarte, a escribirte. No me dirijo a nadie más, solo a ti. Hoy es el único día en el que no me he sentido culpable por no haberte visitado a aquel lugar. Por no haberte abrazado y besado por última vez. Por no haberte acompañado en esos momentos. Ahora es cuando me atrevo a decirte, que te quiero y no te olvido. Jamás. Espero que me perdones por no haberte dicho adiós.

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